Entrevista con David Vila Román, productor de noticias de Telemundo

El periodista y corresponsal durante mucho tiempo para Venezuela le cuenta al equipo de El Vigilante cuál es su percepción con respecto a Venezuela ante la ausencia de Hugo Chávez.

Por:  Alejandro Gael Montiel y Patricia Soto Servin

¿Hacia dónde va Venezuela después de Chávez?

El tema de Venezuela desde mi punto de vista, el periodístico, me parece que es bien complejo. Me parece que el gobierno de Hugo Chávez está adoptando cierta medida de algunos puntos estratégicos usados por el gobierno cubano encabezado hasta hace unos años por Fidel Castro y ahora por su hermano Raúl Castro. Yo creo que como principio fundamental en cualquier democracia se tiene que seguir al pie de la letra la Constitución. Me parece que esto no se está llevando a cabalidad en Venezuela y provoca, por su puesto, polarización en diversos sectores de ese país sudamericano. Tendrían que ser las autoridades venezolanas mucho más claras en cuanto a la condición precisa de salud del que hoy es su presidente. Y si este no tiene la posibilidad de seguir gobernando por un problema de salud por un problema que todo el mundo lamenta. No creo que nadie esté deseando que el presidente Chávez muera por este cáncer que le aqueja. Tendrían que tomarse las medidas pertinentes de acuerdo a la ley de ese país. Ya sea para llamar a elecciones nuevamente o para tomar las medidas pertinentes. Siempre hay que insistir en el marco de la legalidad. Mientras esto no suceda, mientras siga existiendo la incertidumbre, las incógnitas, mientras las omisiones o la falta de información en Venezuela sean una constante pues causará el enojo, causará una sensación de incertidumbre en toda la población.

¿Esta falta de transparencia beneficia o pone en riesgo la estabilidad de Venezuela?

Definitivamente perjudica la estabilidad de Venezuela en su totalidad, pero lo que sí creo es que de alguna manera blinda al gobierno venezolano. Lo blinda ante una posible toma de decisiones que no a todo mundo mantenga contento, que no a todo mundo satisfaga. Me parece que la historia de Cuba se repite en cierta medida con la historia actual de Venezuela. Si recordamos, cuántas veces se le dio por muerto a Fidel Castro. Cuántas veces se decía que [Castro] tenía enfermedades que estaban a punto de terminar con su vida. Lo mismo pasa con el presidente Chávez. Yo creo, y lo creo firmemente es que en medida que la transparencia y más cuando se habla de un gobernante, especialmente el presidente de la república, sea más clara, pues la gente va a estar mucho más tranquila. Va a tener mucho más certidumbre de lo que puede pasar con ellos, con las políticas internas del país y con la estabilidad del mismo. Sin embargo, cuando hay un secreto, cuando no se sabe si bien el presidente Chávez está en fase terminal o se está recuperando de la infección respiratoria que lo aquejaba después de la operación que recibió hace ya algunas semanas, pues por su puesto toda la gente está intranquila. No se sabe cuál va a ser el siguiente paso del gobierno venezolano a tomar en caso de que el presidente Chávez regrese o en caso de que no regrese. Eso es lo que me parece lo más peligroso de todo.

El principal agente de este blindaje y el encargado de todas las declaraciones que se han hecho en torno a la salud del presidente es  Nicolás Maduro ¿Cómo se le percibe tanto en los medios como en el orden internacional?

Más allá de cómo lo percibimos los medios o de manera política, el mismo Chávez lo dijo antes de que se fuera a operar: le encargaba a Nicolás Maduro las riendas del país en caso de que no estuviera. Él fue muy preciso en ese sentido. Lo que estaba haciendo es dar un mensaje a todos sus fieles seguidores, porque a diferencia de lo que uno aprecia en el exterior de la percepción que tienen los venezolanos en cuanto a su gobierno actual, a Chávez lo adoran, lo idolatran, para ellos es una figura importantísima. Creo que ni la oposición esperaba que en las elecciones del pasado 7 de octubre la diferencia fuera tanta. Fue como un balde de agua fría. Hugo Chávez es un personaje que tiene una gran simpatía en el pueblo venezolano entre las clases populares. En este mensaje, les dice a sus seguidores que Maduro tiene la voz, el voto y las facultades otorgadas por el mismo Chávez para tomar decisiones. Esto desde el punto de vista ideológico. Desde el punto de vista constitucional, sabemos que si llega a faltar Hugo Chávez, tendrían que llamarse a nuevas elecciones y hacerse a respetar la constitución. En esa medida la percepción que se tiene en los medios internacionales de Nicolás Maduro es que únicamente es el portavoz de lo que más nos interesa en estos momentos, que es la salud del presidente.

¿Ante esta posible pérdida, cómo podrían cambiar las relaciones con AL y la tensa relación con EEUU?

Lo más importante que debe pasar con Venezuela en estos momentos es limar sus asperezas internas. Si vas a Venezuela, vas a percibir un país totalmente polarizado, donde se vive la inseguridad de manera concreta, si bien no es un país donde los indicadores de violencia estén relacionados con el narcotráfico, como en el caso de México, la violencia común, el asalto y las extorsiones empiezan a ser una constante y me parece muy peligroso. Por otra parte, es difícil sentar a la mesa a dos personas que no coincidan en sus puntos de vista. En cualquier democracia debe haber la capacidad de dialogar, debe ser una sociedad plural en donde se acepten, se discutan, y se analicen todas las posiciones políticas. Antes de que sus ciudadanos vean hacia afuera, deben ver hacia dentro porque tienen un problema de polarización bastante severo.

Al haber un proceso electoral diferente, habría que ver quiénes son los actores y triunfadores, y de qué manera el gobierno que triunfe coloca a sus adversarios, y ver qué políticas exteriores se toman en relación con EEUU. Me parecería aventurado dar una hipótesis, creo que lo más importante en este momento es que Venezuela resuelva sus problemas internos.

¿Qué podrías comentar sobre las dificultades de hacer una cobertura en Venezuela?

Es muy difícil. He estado ahí en 7 ocasiones, la primera fue 36 horas después del golpe de estado en contra de Chávez. El sesgo periodístico es una realidad. Si ves los medios de comunicación percibes una polarización tremenda: hay quienes juzgan y quienes llenan de alabanza a Chávez. Es difícil encontrar un medio objetivo en Venezuela. Para los medios internacionales hay poco acceso a los contenidos que deberían ser de interés público. La salud del presidente Chávez es un ejemplo claro. Nadie sabe cómo está, nadie lo ha visto, lo único que sabemos de él es lo que Maduro nos ha dicho.

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